Uno de los emblemas para el turismo de la Barcelona modernista es El Parque de La Ciutadella. Diseñado por Josep Fontserè e inaugurado al público en 1881.
No acogería su primer gran evento hasta el 1888; año en que se celebraría la Exposición Universal. Es el segundo parque urbano más grande de la capital catalana (solo detrás de Montjuïc). Con una extensión total de 17.42 hectáreas (31 con el zoo de Barcelona).
Su origen data del 1716. Año en que Felipe V ordenó construir la Ciutadella al arquitecto flamenco Joris Prosper van Verboom. Su construcción se finalizó en 1751. Era un baluarte con más de 100 metros de separación entre las murallas y las construcciones de alrededor. No sería hasta 1872 que se transformaría de forma definitiva en parque público bajo el lema «los parques son a las ciudades lo que los pulmones al cuerpo humano».
En 1951 el parque fue declarado monumento histórico-artístico. Por ello, figura en el registro de Bienes Culturales de Interés Nacional del patrimonio catalán; además del registro de Bienes de Interés Cultural del patrimonio español.
Ha sido un espacio que ha cambiado a lo largo de los años junto con la ciudad. Después de la Exposición Universal, la mayoría de edificios fueron derrumbados; solo quedaron tres. Uno de los emblemas que se abrió en 1892 fue el zoológico de Barcelona. Que desde 1966 a 2003 fue centro de admiración por Copito de Nieve, el único gorila albino conocido. Sin embargo, el mismo recinto de La Ciutadella, también albergó un parque de atracciones. El llamado Saturno Park. Donde habían desde toboganes a la mítica montaña rusa «Los Urales» pasando por trenes del terror o atracciones de época. A nivel institucional, ha tenido un cuartel militar (como se ha mencionado ya), edificios universitarios e incluso sedes parlamentarias. En la actualidad, se encuentra en el recinto el Parlament del Gobierno de Catalunya.
La variedad de registros a lo largo y ancho de la historia, tanto local como nacional, hacen de este parque un referente cultural. La ciutadella ha sido un foco de atractivo diario y turístico, creciendo con la ciudad y mutando con ella.
Arquitectura y vida del Parque de la Ciutadella
Su gran variedad en flora y fauna hace de este parque una delicia también para los amantes de la naturaleza. Presenta un jardín de estilo señorial con fuentes, lagos e incluso pequeñas zonas boscosas. Entre otros, podemos distinguir tilos, plátanos y álamos. En ellos podemos encontrar gran variedad de aves, más de cien especies. Cabe destacar la gran colonia de garzas reales -la más grande de Cataluña en la actualidad.
Por otro lado, en cuanto a paisajismo y diseño, sobresale la ordenación paisajista representada en la imagen. Está formada, además de la gran cascada monumental, por el lago, una glorieta de música o glorieta «de la transexual Sonia» -en homenaje a Sonia Rescalvo (asesinada por su identidad de género en 1991).
Dicha cascada, fue diseñada por Josep Fontserè. Se considera que parte de los motivos decorativos y de las rocallas fueron diseñados por Gaudí (por aquél entonces, joven aprendiz de Fontserè).
Está considerado un museo al aire libre por la profusión y la calidad de sus esculturas. Hay obras de Frederic Marès, Eusebi Arnau y Josep Llimona entre otros. Por su popularidad hay que destacar La dama del paraigua de Joan Roig Soler y El Mamut de Piedra -primera y única representación a tamaño natural de animales extinguidos que se querían instalar en el parque.
Períme
tro y vallado
El parque de la Ciutadella tiene forma rectangular por tres de sus lados y semicircular en su parte oriental -marcada por el paseo de Circunvalación. Cada uno de los tres lados rectangulares tenía un paseo interior paralelo a las vías que lo circundan. Lo que significa que, en la actualidad, suma un total de 2.3km de perímetro el espacio del parque (incluyendo el zoológico de Barcelona).
La primera imagen que recibe el visitante según baja por el Passeig Lluís Companys es la de una entrada de hierro fundido vigilada por dos esculturas de mármol. La triple puerta, con dos farolas en su zona intermedia, fue fundida en la antigua Fundición Colomer. Si seguimos el recorrido del parque por el Passeig de Pujades, podremos encontrar a no más de 30 metros otra entrada, en este caso individual, con dos columnas de hierro coronadas por dos yelmos.
El vallado, bebe del estilo modernista tan presente en la ciudad Condal. En él, podemos encontrar grabados con motivos florales tanto en la base como en las secciones y farolas. El carácter del hierro fundido transpira total solidez, sin embargo, este cercado emana un toque artístico y noble a la par que urbano.
La primera parte de la reconstrucción se centró sobretodo en las entradas, puertas y farolas de alumbrado del pórtico de entrada. La presencia de óxido había deteriorado el vallado. Desde detalle a tornillería, una parte notoria de las puertas tuvo que ser reemplazada por nuevas piezas de fundición (Ver Galería 1).
Como se puede apreciar, la puerta restaurada presentaba óxido de diferentes intensidades. Por ello, no había forma única de tratamiento y reparación de las piezas.
Galería 1 [foogallery id=»5651″]
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